La pintura de apantallamiento electromagnético, también llamada pintura antirradiaciones o pintura para sistema RFID (Radio Frecuency Identification radiofrecuencia, en español) es fruto de una sociedad que crece a un ritmo frenético en lo que a nuevas tecnologías se refiere. Nuestros hogares y negocios están llenos de aparatos que emiten/reciben ondas y se enchufan a la corriente eléctrica. Indudablemente hacen nuestra vida más cómoda pero no sabemos hasta qué punto pueden afectar a nuestra salud. Como empresa innovadora, somos aplicadores de pinturas que reducen la radiación electromagnética. La base de esta pintura son partículas de grafito natural, capaces de disipar las ondas electromagnéticas de alta y baja frecuencia. Su uso es especialmente interesante en hoteles, hospitales, guarderías y colegios tanto por la protección contra las radicaciones (antenas de telefonía y Wi-Fi, transformadores, televisores, electrodomésticos …) como para evitar la interceptación de datos o los fallos en los equipos técnicos. Aunque no hay estudios oficiales sobre los perjuicios de las ondas electromagnéticas sobre nuestra salud, cada vez son más las investigaciones que ponen el énfasis sobre las radiaciones y sus alteraciones en nuestro organismo a nivel cardiovascular, neurológico, reproductivo, inmunológico o dermatológico. La normativa europea marca un límite máximo de exposición pero cada país tiene su propia regulación.

La pintura de blindaje y apantallamiento de paramentos que utilizamos, protege de ondas electromágneticas tanto de baja como de alta frecuencia. De eficacia probada, tiene una excelente cubrición y transpirabilidad. Es muy duradera, no corrosiva, tanto para uso interior como para exterior. Su terminación es de color negro pero al ser repintable, se suele optar por recubrirla posteriormente con pintura acrílica en la tonalidad deseada.